domingo, 14 de diciembre de 2014

¡GRAN INUNDACIÓN EN GALICIA!



He estado recientemente en Galicia y ahí siguen, sin que nadie se sorprenda, grandes zonas inundadas. No hay noticia en los medios de comunicación, así que supongo que no se lo creen. Pero es cierto. El mar ha engullido valles enteros. Llevan sumergidos más de diez milenios. Se llaman rías gallegas. Ah, bueno.
¿No lo han pensado nunca al recorrer esos hermosos entrantes oceánicos, esos largos dedos que se introducen sin disimulo entre los pliegues de la tierra? Hace alrededor de doce mil años se produjo el deshielo de los enormes casquetes helados que cubrían gran parte de Norteamérica y de Eurasia y el nivel del mar subió más de cien metros, aislando Gran Bretaña del continente (y produciendo fenómenos tan extraordinarios como esas gentes con bombín que conducen por la izquierda y cuentan y miden de manera tan rara) y anegando los fondos de los valles existentes entre las cadenas montañosas perpendiculares a  la costa occidental gallega. Sin duda quedarían sumergidos muchos de los últimos campamentos paleolíticos, pero no sientan pena, porque el deshielo no les pillaría desprevenidos. Aunque el fenómeno fue bastante rápido en términos de tiempo geológico, no se produjo ninguna avalancha repentina que se llevara vidas y enseres y aquellas gentes se adaptarían a los cambios a lo largo de generaciones. Había espacio de sobra, y, a cambio fueron recompensados con toda clase de los mejores manjares de Neptuno, con denominación de origen.
            ¡Qué les parece? A veces, de una pérdida se puede obtener provecho. Pero no deben confiarse y pensar que del actual calentamiento global puede salir algo bueno. Lo de ahora no tiene nada que ver con los ritmos geológicos. La aceleración inducida del proceso es tal que las poblaciones costeras no tendrán tiempo para adaptarse, y tengan en cuenta que a la orilla de los mares y océanos se producen las mayores aglomeraciones humanas. Aunque tampoco ahora se produzca un anegamiento repentino, como el de un tsunami, el desplazamiento de centenares de millones de personas (probablemente de más de mil millones) producirá conflictos y aumentará la inseguridad en un mundo ya a punto de ebullición y –perdonen, pero no encuentro otra imagen–… con el agua al cuello. 
Queridos lectores y sin embargo amigos, quedan advertidos, no se descuiden, pero, si visitan Galicia, no dejen de probar los mejillones de la ría de Arousa ni las famosas almejas de Carril… mientras puedan.
            

lunes, 24 de noviembre de 2014

SUBIDA AL MENCILLA



Preparando la expedición 

Amigos, he disfrutado de un estupendo domingo en la Sierra de la Demanda. Dentro de unos meses afrontaré una pequeña aventura (un reto nada excepcional pero tampoco desdeñable) y debo estar preparado. Cuando era jovencito (creedme si os digo que alguna vez lo fui, o al menos me parece recordarlo, aunque podría ser una jugarreta creativa de la memoria) disfrutaba perdiéndome en la montaña, pero las bifurcaciones del camino me apartaron durante muchos años. Ahora, en plena euforia inaugural de la jubilación, he vuelto a encontrar aquella senda. Una gozada. 
Este domingo, 23 de noviembre, ha tocado subida al Mencilla, con algunos de mis futuros acompañantes a Nepal. Sí, una auténtica gozada, recordar la pura belleza que exhalan las montañas para que podamos respirarla, gratuitamente, a pleno pulmón y pleno espíritu. Si uno se deja impregnar, la belleza es muy persistente, y la memoria y más tarde la imaginación la evocan cuando la necesitamos, incluso en los momentos en que la fealdad parece invadirlo todo. Pero la imaginación tiene límites y necesita una recarga, (como las baterías de los móviles, para que lo entiendan quienes vivan sumidos en la matrix tecnológica), y entonces, al entrar otra vez la corriente, imágenes auténticas con todo su color y su fuerza, uno se da cuenta de lo debilitado que estaba sin alimento sólido. Gracias, naturaleza. 


 Iniciando la marcha 


Abajo, nada más salir de Pineda de la Sierra,  nos recibió un hayedo de verdad, que al principio nos abría camino, como se puede ver en la foto, y hasta nos puso alfombra de hojas. La lluvia que empezaba a caer no era ninguna molestia. Auténtica agua bendita, y no la fraudulenta de Lourdes. 


 El hayedo, deshojado

A medida que subíamos, las viejas hayas (viejas, pero resistentes, adaptadas a condiciones más adversas) se retorcían y encorvaban. Yo creo que también nos hacían arcos, saludando nuestro paso y recibiendo a su vez nuestro saludo y nuestro respeto.


Y hasta nos pusieron música de agua y de colores. No veáis que interpretación. Más arriba, donde las hayas ya no pueden subir, nos azotó la ventisca y nos sumergimos en la niebla, así que, lo siento, no os pongo más imágenes, pero toda la excursión valió la pena. Ángel, que arriba se ensimismó, se puso a bajar a su bola y, naturalmente, se perdió. Sus inclinaciones le llevaron por una vertiente equivoacada y acabó en Tinieblas. No quiero decir "a oscuras", sino en un pueblo que de verdad se llama así: Tinieblas. Aunque tal vez se lo imaginó, porque ¿cómo puede haber un pueblo con ese nombre? y además nos dijo que no vio a ninguno de sus habitantes. Todo muy sospechoso. Pero el caso es que no aterrizó en Pineda, sino en otro sitio, y, aunque había pocos kilómetros en línea recta, por carretera eran más de cuarenta. Menos mal que un cazador de jabalíes le llevó en un todoterreno hasta Ibeas (pero antes pasó miedo: porque podían haberle confundido con un jabalí).
En voz baja, reconoceré que yo también corrí el riesgo de perderme entre la niebla, por mi inveterada tendencia aislacionista e intentar bajar solo. Menos mal que me arrepentí a tiempo, cuando me encontraba despistado y decidí volver a subir para encontrarme con el grupo. Es una moraleja de la montaña: vale la pena, aislarse algunos momentos para disfrutarla en soledad, pero hay que ser humildes ante ella, sobre todo cuando uno ha perdido un poco la costumbre. Allá arriba, uno se da cuenta de la importancia de la cooperación y de la solidaridad.  

RECORTES O DECRECIMIENTO

Os facilito el enlace a la última entrada a mi blog "Crónicas desde el Titánic", en Último Cero. Lo he titulado "Recortes o Decrecimiento" y es una nueva llamada sobre la insostenibilidad del sistema en el que se sustenta nuestra forma de vida, sobre el movimiento "decrecentista" y sobre la confusión que algunos podrían tener entre el mismo y la falsa salida de los recortes, que sólo son un intento de los poderosos por prolongar el sistema sin perder ellos su parte de  la tarta (la "revolución de los ricos").
Podéis leerlo en:

http://www.ultimocero.com/blog/cr%C3%B3nicas-desde-el-titanic/recortes-o-decrecimiento

domingo, 5 de octubre de 2014

MOVIMIENTO CIUDADANO O PARTIDO POLÍTICO

Os paso en este post mi artículo "Movimiento ciudadano o partido político", publicado en mi secciòn "Crónicas desde el Titánic" del diario digital Último Cero.
http://www.ultimocero.com/blog/cr%C3%B3nicas-desde-el-titanic/movimiento-ciudadano-o-partido-pol%C3%ADtico
(Me temo que la desaparición del diario haya borrado el enlace, así que lo reproduzco a continuación)

En una entrega anterior (“Viva los antisistema”) trataba sobe el papel profiláctico de un movimiento ciudadano como Podemos y planteaba el problema de su relación con los partidos políticos progresistas con los que se encuentra en la esfera de la representación política.

            La fuerza del fenómeno Podemos radica en que se ha convertido en el canalizador (y catalizador) del cabreo ciudadano por las malas prácticas y el acomodamiento  de los partidos políticos que vienen detentando la representación ciudadana y por los abusos de un sistema económico tardocapitalista que se sirve de quienes deberían ser servidores públicos, que persigue la acumulación de dinero en vez del bienestar de los seres humanos y que esquilma el medio en el que vivimos hasta el punto de hacerlo insostenible y abocarnos a una catástrofe general.

            Esta función de revulsivo social es tan necesaria y tan urgente que por sí sola justifica al movimiento Podemos, pero más allá de la acción terapéutica se extiende, por ahora, un territorio desconocido y, me temo, demasiado incierto y resbaladizo.

            Creo que los promotores de Podemos son de algún modo conscientes del problema cuando se definen, no como un partido, sino como un movimiento. Lo cierto es que esa es su fortaleza. Pero, en la medida en que emulen a un partido, aunque no se definan como tal, pueden aparecer sus debilidades.

El movimiento ha nacido de un magma de indignación ciudadana, la misma que tuvo un primer brote en la toma de las calles del 15-M.  Un magma del que participan gentes que comparten una sensibilidad mayoritariamente progresista, pero que, al margen del hartazgo por la corrupción y por el enclaustramiento de la clase política, pueden tener diferentes puntos de vista sobre los problemas concretos que ocupan la política diaria, e incluso diferentes ideales de sociedad y modelos económicos. Entonces, es razonable traducir la propuesta de regeneración democrática en un programa con el que entrar en liza, coyunturalmente, en el campo político, pero, más allá de esta tarea de limpieza que une a sus simpatizantes, surgen muchas dudas sobre la oportunidad de concurrir como una formación  política estable con vocación de permanencia y un programa global, en el mismo plano y en competencia con los partidos políticos. Los Círculos a partir de los cuales se organiza Podemos se podrían convertir en un guirigay ideológico ingobernable, un recogedor de ocurrencias y causas marginales o exóticas en el que muchos simpatizantes del movimiento no se sentirían nada cómodos.

Podemos se beneficia ahora del viento favorable de la indignación ciudadana. El aire nuevo tiene la virtud de movilizar a algunos de esos ciudadanos desencantados y de la desafección general hacia los partidos, que pagan casi por igual, injustamente, el desprestigio colectivo de la clase política. De hecho, muchos de los postulados y demandas del movimiento han sido enarbolados también tradicionalmente por partidos minoritarios, principalmente progresistas, aunque han sido ignorados y asfixiados por la fuerza de los mayoritarios. Sin duda, los partidos progresistas necesitan liberarse de la cápsula en que se ha encerrado la clase política, pero también es cierto que durante mucho tiempo sus propuestas de regeneración no han encontrado eco en los ciudadanos adormecidos por el falso bienestar. Ahora, esos ciudadanos despiertan y tratan de hacerse oír, y lo hacen con la irreverencia y la indignación propias de quienes se sienten manipulados y engañados, pero no tienen un proyecto global y común de sociedad, y la unanimidad de la indignación no puede desplazar a la diversidad de opciones políticas. Podemos canaliza parte de esa marea ciudadana y cumpliría un gran servicio si contribuyera a sumar y amplificar las voces apagadas de los partidos más cercanos a la sensibilidad de sus seguidores (algo como lo que están haciendo ya las plataformas “Ganemos” de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2015); pero si, aprovechando esta oportunidad favorable, los vampiriza, en vez de revitalizarlos, espolearlos y catapultarlos, puede terminar arruinando del todo la débil estructura social que aspira a construir un mundo más humano, con el riesgo de que el propio movimiento pierda su fuerza como altavoz ciudadano, y de que el huracán que ahora sopla se disuelva dejando un territorio arrasado, un campo yermo, sin defensa frente a los infames intereses del tardocapitalismo rampante.

En definitiva, el acierto y el éxito de Podemos reside en la voluntad de situar de nuevo a los ciudadanos en la esfera política. Como dije en un artículo anterior, puede ser la punta de lanza de todos esos ciudadanos que quieren ejercer de tales, miembros de una sociedad madura que no se resignan a hipotecar su alma cada cuatro años y que quieren intervenir activamente en el espacio público. Podemos está jugando un papel catártico muy necesario, y para ello tal vez sea saludable, puntualmente, su irrupción estratégica en las instituciones políticas (como, según he dicho, están haciendo las plataformas electorales Ganemos en diferentes ciudades). Pero la cuestión es qué hará además y después de limpiar los establos de Augías. ¿Debería desaparecer sin más? ¿Debería abandonar su presencia directa en los órganos políticos, manteniéndose como organización ciudadana crítica y exigente que vela por la limpieza democrática, o seguir cumpliendo esa particular labor desde dentro de las instituciones representativas, como movimiento-partido? Son bifurcaciones evidentes que se abren en su inmediato futuro, incertidumbres que deberá resolver, pero creo que se equivocaría si se convirtiera en otro partido político. Otro más. Me temo que no tardaría ni una legislatura en perder su aura, y su contribución neta podría ser hasta negativa.

 


martes, 19 de agosto de 2014

¿NACIONALISMO DE IZQUIERDAS?

Desde hace un mes colaboro en el diario digital Último Cero con el blog Crónicas desde el Titánic. Aunque esto me hace descuidar mi ya escasa atención a esta bitácora, iré colgando aquí los enlaces a las entradas que allí vayan apareciendo. Así que ahora remito a mi última crónica desde el Titánic, sobre la incongruencia del "nacionalismo de izquierdas":
http://www.ultimocero.com/blog/cr%C3%B3nicas-desde-el-titanic/%C2%BFnacionalismo-izquierdas

Si, al entrar en el blog,  pincháis sobre mi nombre, veréis un pequeño texto con la declaración de intenciones, que por lo demás está explicitada en el título del blog. Cada día estoy más convencido: el Titánic está en rumbo de colisión. Todo nuestro sistema se está volviendo caótico, no es posible reequilibrarlo porque es insostenible, y, teniendo en cuenta su insoportable inercia, no sé si queda tiempo para encontrar otro punto de equilibrio sin pasar un periodo más o menos largo de sufrimiento.

lunes, 21 de julio de 2014

CIENCIA O DOGMA. CAPILLAS RELIGIOSAS EN EL TEMPLO DE LA CIENCIA



El diario El País ha publicado una carta de mi amigo Jesús Álvarez Sanchís en la que, con motivo de la polémica desatada por la utilización de espacios de la Universidad Complutense de Madrid, de la que es docente, para el culto católico, vuelve sobre el tema, ya cansino, de la presencia de las creencias religiosas en las instituciones públicas de enseñanza (y, por extensión, la abusiva ocupación de los espacios públicos). Y no digo cansino por la queja de mi amigo, sino por todo lo contrario: porque, increíblemente, todavía hay que seguir batallando con uno de los fantasmas persistentes de nuestra historia. No nos lo quitamos de encima. No se acaba de entender que una democracia no es auténtica sin un espacio público laico, como tampoco se acaba de entender lo que significa el laicismo.
En la polémica de la Complutense, los beneficiarios ni siquiera admiten el cambio de un espacio por otro ante la necesidad de reasignar las aulas por razones pedagógicas (esta gente siempre quiere más y nunca se conforma). Pero, en el ¿otro? lado, las autoridades universitarias, por rutina, por miedo al enfrentamiento (algo muy típico en este país, que se refleja en los complejos de esa parte de la izquierda que no se ha atrevido a romper los abusivos acuerdos con la “Santa Sede”), o porque ni siquiera tienen una convicción al respecto, tampoco han replanteado el simple hecho de facilitar la disposición sectaria de un recinto educativo público, y el fondo de la cuestión sigue intacto.
El episodio tiene una especial significación por el lugar en el que se produce. Las capillas religiosas en el templo de la ciencia suponen una contradicción en los términos. El dogma es la antítesis de la ciencia. Las verdades reveladas y finales son lo contrario del conocimiento que se desvela poco a poco, navegando a través de la incertidumbre, siempre sometido a revisión y prueba; un conocimiento que finalmente acaba derribando las creencias míticas. 
La Cosmología o el Génesis; el evolucionismo o el creacionismo; la libertad humana de elegir y abrir el propio camino en el mundo o el sometimiento al guion marcado por un designio universal: son dos perspectivas contradictorias del mundo, por más que, no sin malabarismos y, con frecuencia, con violencia interior, muchos creyentes, obligados por su parte racional, intenten compatibilizarlas, acomodando el dogma e interpretándolo (lo que a veces les ha hecho también víctimas de la violencia física por parte de los guardianes de la ortodoxia, de lo que hay una larga experiencia histórica). Un ejercicio comprensible desde el punto de vista psicológico, y ciertamente respetable, pero que… pertenece a la esfera privada. Los representantes públicos no pueden inmiscuirse en esa esfera, que es la de la libertad individual, pero tampoco favorecerla poniéndose a su servicio, y con mayor razón en el ámbito educativo. Los católicos, los musulmanes o el Templo de Amigos de los Extraterrestres tienen derecho a organizarse, a cuidar y celebrar sus cultos en sus iglesias e incluso a compartir con otros conciudadanos sus celebraciones festivas; un estado laico no lo prohíbe. Pero no hablamos de eso, sino de las prebendas que proceden del secular contubernio entre el trono y el púlpito, que atentan contra la esencia de una sociedad democrática (que debe ser necesariamente laica ¡incluso si todos sus miembros fueran fieles a una determinada creencia!) y son ofensivos para los ciudadanos que tienen otras sensibilidades. Y que quienes defienden y “exigen” (nada menos) tales prerrogativas no digan que también para ellos es ofensivo que otros se las nieguen. No es lo mismo defender un derecho que un privilegio.

jueves, 3 de julio de 2014

"EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN" EN EL CORREO DE BURGOS


Bueno, se acumulan las reseñas y "El archivo de Göttingen" empieza a despegar...
Ahora, es un artículo de Marta Casado en El Correo de Burgos.

Enlace: http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/2014-07-02/el-papel-de-la-ciencia-cuando-se-agotan-los-recursos

El papel de la ciencia cuando se agotan los recursos
http://www.elcorreodeburgos.com/sites/default/themes/correoburgos/square_sub.gifJosé David Sacristán de Lama presenta en ‘El archivo de Göttingen’ un thriller con toques científicos y un mundo apocalíptico por el agotamiento del sistema
Mie, 02/07/2014


MARTA CASADO / Burgos

Arqueología, ciencia, organizaciones secretas y hasta políticos norteamericanos. Una trama inquietante y apasionante que propone José David Sacristán de Lama en El archivo de Göttingen. Es su primera incursión en la novela ya que ha sido un consumado ensayista (Una lengua para Babel (2005), Vivir sin dioses. Utopía, ética y progreso después del mito (2006), La próxima Edad Media (2008) y Entre el fracaso y la utopía, los próximos XX años (2010)).

A pesar de que la vida de Julián Alarce transcurre en el año 2015 y la historia termina al borde de cerrar los primeros cien años del siglo XXI, no se escapa mucho la trama del trabajo que ha desempeñado José David Sacristán de la Lama. Pero arrancó la idea de uno de sus proyectos frustrados. «Estudiaba piezas de arcillas que estaban llenas de huellas digitales, empecé con esto un proyecto de investigación que al final se tuvo que abandonar por diversas circunstancias y de esa frustración surgió esto porque ver huellas del pasado en vasijas de hace miles es muy sugerente para la intriga científica», asume. 

Julián Alarce, el protagonista de la novela, está inmerso en el estudio de huellas dactilares en cerámicas antiguas cuando llegan a su mesa de investigación unas tablillas mesopotámicas que trastocarán su metódico y tranquila forma de vida. Con este arranque y la incursión en sociedades secretas y el agotamiento de los recursos, El archivo de Göttingen se convierte en  un thriller en el que la sociología y la ética de la ciencia alientan y realzan una intriga a primera vista muy fantasiosa, pero que Sacristán hace verosímil y revela problemas de nuestro momento histórico más reales de lo que por rutina estamos dispuestos a admitir.

«Estamos en un mundo con 7.000 millones de personas, con una capacidad de generación de recursos limitada y una cuarta parte de la población, para mantener su nivel de vida, esquilma al resto y sus recursos. Este sistema es inviable y en esta novela hay una serie de personas que hacen la cuenta y el resultado que tienen es que sobran personas», resume. Un escrito en el que se analizan aspectos de la ciencia vinculados a la ética o la sociología. «Hay ficción de la ciencia pero no es ciencia ficción», resume.

Para Sacristán, cuya publicación está prologada por el codirector de las excavaciones de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, adentrarse en la ficción, tras su prolija actividad como ensayista y sus publicaciones científicas, ha sido «más divertido, definir los personajes ha sido  más sencillo de lo que pensaba pero es cierto que  me resultaba más fácil el lenguaje de ensayo y la fabulación, crear la intriga, la trama de la historia ha sido más complicado».

José David Sacristán de Lama es natural de Roa (Burgos) y ha sido profesor de Prehistoria e Historia Antigua en el Colegio Universitario de Burgos. También fue arqueólogo de la Delegación Provincial de la Junta en Burgos y en Valladolid.  De ahí que el argumento científico sobre arqueología y antropología esté fuertemente sustentado. Un libro que presentó recientemente en el Museo de la Evolución Humana en compañía de Bermúdez de Castro.

lunes, 30 de junio de 2014

ARTÍCULO SOBRE "EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN" EN ABC


Os paso el artículo "Opera prima, ópera plena", de Fernando Conde Parrado, sobre "El archivo de Göttingen" en el ABC del sábado 28 de junio de 2014 (sección de "Artes y Letras " Castilla y León). Espero que os anime a leer la novela.
( http://www.abc.es/local-castilla-leon/20140630/abci-opera-prima-opera-plena-201406301007.html )

Ópera prima, ópera plena

El ensayista José David Sacristán se desenvuelve con frescura 

y agilidad en su primera incursión narrativa, «El Archivo de Göttingen»

Ópera prima, ópera plena
Escribir hoy una novela lineal, es decir, una novela cuya trama discurra en paralelo al tiempo y en sincronía con él, puede parecer anacrónico. Desde que el cine colonizó el territorio de la literatura, bien a través de la panoplia de artificios usados en el contar, bien a través del influjo -lógico- que ejerce aquel sobre el mecanismo creativo de cualquier autor de nuestro tiempo, resulta difícil toparse con un texto en el que las cosas simplemente sucedan con la misma cadencia que pasan los días, los años, la vida. Y sin embargo, esa es la fórmula elegida por José David Sacristán para poner negro sobre blanco su opera prima narrativa.
El Archivo de Göttingen es una novela que recuerda a Asimov o a Stanislaw Lem. Una novela amueblada al estilo de las de intriga histórica, que tan del gusto del personal han resultado en los últimos años. Sacristán echa mano también del esoterismo y de la intriga, y se vale de ingredientes básicos como el amor, la muerte o el misterio para, bien mezclados y homogeneizados, ofrecer al lector un texto muy por encima de lo que el mercado suele vender.
Resulta sorprendente que esta primera incursión narrativa de un autor hasta la fecha dedicado al sesudo ensayo, se desenvuelva con la frescura y la agilidad que lo hace. Sorprende asimismo que no haya una tendencia -lógica por otra parte- a la digresión cultista o a la explicación que, aunque pudiera aportar cosas interesantes al texto y al lector, no dejaría de lastrar su tan estimable liviandad discursiva. Si acaso, por ponerle un pero, se podría haber ahondado en algunas escenas, lo que lejos de gravar la lectura, quizá la hubiera dotado de todavía mayor fuerza e interés.
Pero tiene este Archivo de Göttingen algunas novedades tan arriesgadas como sugerentes. Por ejemplo, el reto de situar la trama en un futuro tan inmediato que podría provocar que un lector de hoy tomara el texto por profecía, y otro lector (o el mismo), dentro de cinco o seis años, tuviera en la manos una novela histórica. Bastaría con que se cumplieran algunas de las hipótesis planteadas. He ahí, por tanto, un tentador anzuelo para acercarse a esta novela y hacerlo sin los prejuicios que suele suscitar un neófito. Por lo demás, la novela desarrolla unos personajes creíbles, basados algunos en «hechos reales», manteniendo en todo momento un buen pulso narrativo y sin concesiones al decaimiento, y logrando ese tan deseado efecto de «querer volver al libro tras cada pausa».
En definitiva, una buena novela de playa o de sofá reposado. Una novela que, como el café en España, admite tantas formas de lectura como españoles somos.

domingo, 22 de junio de 2014

EL ARCHIVO DE GÓTTINGEN EN EL NORTE DE CASTILLA


En "La Sombra del Ciprés, el suplemento cultural de El Norte de Castilla (sábado 21-6-2014), se ha publicado esta reseña de Javier Gómez González sobre la novela "El archivo de Göttingen".
(No he podido descargar la foto que acompaña al artículo, que, de todas formas, corresponde a la presentación de un libro anterior. Ahora estoy más joven...).

La cien­cia al ser­vi­cio de la fic­ción
'Jo­sé Da­vid Sa­cris­tán de­ja sen­tir su ex­pe­rien­cia en­sa­yís­ti­ca en el li­bro ‘El ar­chi­vo de Göt­tin­gen’
JA­VIER GÓ­MEZ GON­ZÁ­LEZ

La ciencia y la literatura son dos amantes que han asumido infinidad de posturas, desde las más íntimas hasta las más distantes. No son pocos los autores, desde Nisbet hasta Feyerabend, que han reivindicado el carácter literario de las obras científicas y es fácil comprobar la validez de esta idea si se leen ensayos de investigadores clásicos como el entomólogo Jean-Henri Fabre, con su poética sensibilidad, y su inquietud literaria que poco a poco se va perdiendo en un mundo científico dominado por artículos de carácter breve y redacción aséptica y fría.
Pero también la ciencia ha sido argumento de la literatura, en especial sus avances tecnológicos que han protagonizado el género de la ciencia ficción, tanto en sus variantes duras como en sus formatos más soft, y que han dado a la literatura autores de la talla de Ray Bradbury o Stanislaw Lem. Y junto a ella, se podría identificar un género de menor volumen centrado en la actividad de los científicos como contexto narrable, como el escenario de la ficción.
En este último punto se ubica la obra de José David Sacristán de Lama (Roa, 1949) cuya obra ‘ El archivo de Göttingen’ (Libralia) reflexiona sobre la ciencia y el trabajo científico, al mismo tiempo que desarrolla una trama argumental en la que convergen desde la etnografía de laboratorio, hasta la literatura histórica y conspirativa tan al gusto de los últimos tiempos.
Esta inmersión de José David Sacristán en la ficción y la narrativa viene avalada por sus antecedentes como ensayista –‘Una Lengua para Babel. La nueva imagen el mundo’, Ediciones del Serbal, 2005, y ‘La próxima Edad Media’, Edicions Bellaterra, 2008–, contando, además, con un prolongado ejercicio profesional en el campo de la arqueología, tanto en la universidad como en la administración pública.
Y esta impronta se percibe claramente en ‘El archivo de Göttingen’, puesto que junto a guiños eruditos que expresan un conocimiento avanzado sobre la labor de un laboratorio de investigación arqueológica, esta obra cuenta con un componente ensayístico importante, sobre todo en los primeros capítulos, que expresan debates e inquietudes que remiten a algunas de las controversias fundamentales de la sociología de la ciencia, abordando temas como la responsabilidad de los científicos, el reconocimiento o la ética de la investigación. No es raro leer en esta obra referencias a Robert Merton y a conceptos centrales de la ética y la epistemología.
Pero sería mentir etiquetar a ‘ El archivo de Göttingen’ como una obra de pensamiento. Según avanza la lectura, la ensayística deja lugar a la ficción que avanza con un ritmo febril y con cierta capacidad para sorprender y a veces desorientar al lector con el despliegue de una trama argumental en la que afloran algunos de los recursos temáticos que han dominado las obras de escritores que el mismo autor considera como fuentes de inspiración: David Lodge (‘Pensamientos secretos’), el mexicano Jorge Volpi (‘En busca de Klingsor’), el indio Amitav Ghosh ( ‘El cromosoma Calcuta’) e incluso las primeras obras de Philip Kerr (‘Una investigación filosófica’).
Esta afortunada fusión entre ciencia e intriga constituye el aspecto más destacable de ‘El archivo Göttingen’. La obra es capaz de aunar la ficción más visionaria con la erudición rigurosa; la descripción de paisajes y caracteres que cualquier castellano y leonés podría incluso poner nombre, junto a la referencia a paisajes remotos, y una conclusión en un futuro no tan distante, sobre cuyo carácter utópico o dístópico el lector debe posicionarse.
La novela es breve, si se compara con la práctica habitual de este tipo de literatura, y en algunos puntos se percibe una cierta celeridad en el tratamiento argumental que impide desarrollar el potencial de una trama compleja, pero esta posible carencia se convierte en mérito para el lector inquieto puesto que facilita la interacción con una obra que, entre sus principales méritos, cuenta con una lectura fácil, rápida y que permite interpretaciones para todos los gustos, desde las más eruditas hasta las meramente lúdicas.

lunes, 16 de junio de 2014

EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN EN EL MUSEO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA


En http://www.museoevolucionhumana.com/~museoevo/es/actividades/agenda/  podéis ver las actividades programadas en el Museo de la Evolución Humana para esta semana. Como veréis, el jueves 19 presenataré allí, muy bien acompañado por José María Bermúdez de Castro, mi novela "El archivo de Göttingen". Los amigos burgaleses tendréis noticia de la conspiración político-científica que nos amenaza. Las elecciones norteamericanas de 2016 están a la vuelta de la esquina, y entonces, ay, entonces... Pero los engranajes están ya girando, y no se detendrán...

También en Europa Press


miércoles, 4 de junio de 2014

BENITO PÉREZ GALDÓS, INDIGNADO


He encontrado los siguientes párrafos en el episodio nacional "Cánovas", de Benito Pérez Galdós,  un indignado de postín, que habría participado sin dudarlo en el 15M. Como veréis, no necesita comentarios:

 “Los políticos se constituirán en casta, dividiéndose hipócritas en dos bandos igualmente estériles, sin otro móvil que tejer y destejer la jerga de sus provechos particulares en el telar burocrático. (…).
 Alarmante es la palabra Revolución. Pero si no inventáis otra menos aterradora, no tendréis más remedio que usarla los que no queráis morir de la honda caquexia [RAE, Caquexia: “Estado de extrema desnutrición producido por enfermedades consuntivas”] que invade el cansado cuerpo de tu Nación. Declaraos revolucionarios, díscolos si os parece mejor esta palabra, contumaces en la rebeldía. En la situación a que llegaréis andando los años, el ideal revolucionario, la actitud indómita si queréis, constituirán el único síntoma de vida. Siga el lenguaje de los bobos llamando paz a lo que en realidad es consunción y acabamiento... Sed constantes en la protesta, sed viriles, románticos…” 

martes, 3 de junio de 2014

COLOQUIO EN EL MUSEO DE LA CIENCIA


"El archivo de Göttingen" fue una estupenda excusa para el coloquio  celebrado en el Museo de la Ciencia de Valladolid. De izquierda a derecha, estamos Inés Rodríguez Hidalgo (directora del Museo), Alfredo Marcos (catedrático de Filosofía de la Ciencia), José David Sacristán (el menda), Javier Gómez González (profesor de Sociología de la Ciencia) y Fernando Conde Parrado (Director del Aula Cultural de El Norte de Castilla). Aparte de las referencias elogiosas a la novela (obligadas, porque allí estaba yo con el hacha preparada), pasamos un buen rato conversando sobre algunos de las ideas presentes en la intriga, como es la responsabilidad social de los científicos. El publico parece que aguantó bien y participó activamente, de modo que hubo que fue necesario zanjar las discusiones para no amanecer metidos en el Museo (habría sido divertido, aunque nunca se sabe qué extrañas cosas pueden sucederle a uno por la noche en un museo).

jueves, 22 de mayo de 2014

PRESENTACIÓN ARCHIVO DE GÖTTINGEN EN VALLADOLID

Queridos amigos y queridísimas amigas, por fin podéis dejar de morderos las uñas y resolver los enigmas que asaltan a Julián Alarce en “El archivo de Göttingen”, aunque tal vez os acucie más la curiosidad si asistís al acto organizado en el Museo de la Ciencia el miércoles día 28 de mayo de las 19 a las  20:30 h. ¡No hay partido de fútbol! Se ha elegido el Museo de la Ciencia porque la novela está trufada de intrigas científicas y da pie para discutir sobre aspectos relevantes de filosofía, sociología y ética de la ciencia que afectan más de lo que parece a vuestras miserables vidas. Podéis ver un aperitivo en la convocatoria colgada en la web del museo:  http://www.museocienciavalladolid.es/opencms/mcva/QueOfrecemos/Actualidad/EventosPropios/eventospropios/eventoprop_0367.html.  

De todas formas, os lo reproduzco aquí:

El Museo de la Ciencia de Valladolid organiza el miércoles 28 de mayo, a las 19 h, la mesa redonda – coloquio “Conversaciones sobre ciencia, ética, sociedad y futuro”. Una actividad entorno a la novela “El archivo de Göttingen”, de José David Sacristán.
La ciencia es una de las grandes aventuras de la especie humana. Amplía y enriquece nuestro horizonte vital y, unida a la técnica, nos abre dimensiones y territorios antes inaccesibles. Pero la tecnociencia también ha hecho posibles la bomba atómica, el boom demográfico y la sobreexplotación de recursos, que amenazan nuestro futuro. Este doble filo merece y exige una reflexión, si queremos aspirar a un futuro que podamos calificar de humano.
En esta línea, durante el coloquio se abordarán aspectos como la dicotomía entre ciencia pura y ciencia en sociedad, es decir, entre la ciencia como ideal de conocimiento, con la metodología y los protocolos que la hacen tan eficaz para ubicarnos en el mundo; y, por otro lado, el entorno social (político, económico, etc.) en el que se lleva a cabo.  ¿Cómo influye ese entorno sobre la ciencia y qué consecuencias tiene, a su vez, la ciencia sobre la sociedad? ¿Qué papel debe desempeñar la ética? ¿Qué tipo de restricciones son admisibles o necesarias? ¿Qué podemos esperar de la ciencia, o de la tecnociencia de cara al futuro? ¿Qué papel y qué responsabilidad tiene el científico?
Preguntas que serán contestadas por José David Sacristán, arqueólogo y autor de la novela “El archivo de Göttingen”; Alfredo Marcos, catedrático de Filosofía de la Ciencia; Javier Gómez González, profesor de Sociología de la Ciencia; y Fernando Conde Parrado, Director del Aula Cultural de El Norte de Castilla.



miércoles, 7 de mayo de 2014

PRESENTACIÓN DE "EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN

Queridos amigos: se aplaza la presentación de mi novela "El archivo de Göttingen" en Valladolid.Os avisaré del lugar y la fecha, seguramente dentro de la última semana de este mes. Así que, si queréis saber qué enormes peligros se ciernen sobre el mundo y qué horrible trama se ha puesto en marcha (y que afectará a vuestras miserables vidas), tendréis que morderos las uñas o leer cuanto antes el libro que ya está a la venta. De momento, lo tienen al menos en la librería Margen y en algunas tiendas de internet. El que avisa no es traidor.


Otra cosa: el día 30 de abril se celebró con gran brillantez (como correspondía a los intervinientes) y menor éxito de público, la mesa redonda sobre literatura y ciencia en la que participamos Miguel Santander (un joven y brillante astrofísico, autor de interesantes novelas de ciencia ficción, como "El legado de Prometeo" y "La costilla de Dios") y yo mismo, moderados por Antonio Otero. Entre los tres hicimos un pequeño repaso de los entrelazamientos entre la ciencia y la literatura y de algunas cosas importantes que están en su entorno y más allá, como la ética de la ciencia y el modo en que se ha reflejado en la literatura científica y en la ciencia-ficción. 

Yo mismo, en la mesa redonda


domingo, 27 de abril de 2014

MESA REDONDA





El próximo miércoles, 30 de abril,como parte de la programación de la feria del libro de Valladolid, participaré en una mesa redonda organizada por la editorial  Libralia con el título "Más allá de la ciencia y de la literatura". Tendrá lugar en el salón de actos del edificio de usos múltiples (Plaza del Milenio), a las 20 horas. Estarán conmigo Miguel Santander, un joven astrofísico que escribe Ciencia Ficción, y José Antonio Otero, presidente del Colegio de Médicos. Hablaremos sobre literatura y ciencia, pero, como dice el título, supongo que iremos más allá, hasta los territorios de la ciencia ficción y la ética de la ciencia. 

EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN


EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN
Autor: José David Sacristán de Lama
Libralia, Valladolid, 2014
ISBN: 978 84-16101-14-6
http://libralia.com/store/catalogo/el-archivo-de-gottingen/






Acaba de publicarse "El archivo de Göttingen". Aviso: si os va la intriga  (que aquí se entrelaza con la sociología y la ética de la ciencia), no os lo perdáis. Os llevará al abismo que se abre ante nuestra rutilante civilización, tan aparentemente sólida... y tan frágil. En un mundo poblado por más de 7.000 millones de personas  que no pueden vivir como personas, alguien quiere defender sus  privilegios y saca la conclusión: sobran personas.

Después de varios libros de ensayo, esta es mi primera obra de narrativa, una novela de intriga científico-política. Como parte de mis trabajos de investigación, hace ya bastantes años, puse en marcha un proyecto, Holmes, de estudio de huellas dactilares sobre materiales arqueológicos (creedme: han quedado incontables improntas sobre materiales cerámicos, pero también, de manera excepcional, sobre algunos otros; por ejemplo: en el museo arqueológico de Segovia hay una placa de cinturón de bronce de época visigoda, procedente de una sepultura, en la que, debido a la posición de las manos del difunto sobre el regazo, la pátina que se formó dejó nítidamente visible la huella de un dedo). Sigo creyendo, que era una idea muy prometedora, pero, por razones que no vienen al caso, el proyecto, en el que trabajé con algunos forenses, quedó embarrancado después de publicar algunos artículos preliminares. Aquello me causó una cierta frustración, pero, a partir de entonces, pensé que podía convertir el proyecto malogrado en una buena intriga. Así que abrí un archivo en el que fui metiendo de vez en cuándo algunas notas, como semillas, a la espera de que algún día fecundaran. Aunque no tenía ni idea de lo que podría salir de allí.
            Y esto es lo que ha salido. Tenía que ser necesariamente una novela de intriga y estar ambientada, entre otros escenarios, en un ámbito académico. Luego, surgió la idea de unas sociedades científicas secretas y una conspiración… pero no diré más sobre ello. El argumento, que no desvelaré, se podría juzgar a priori como demasiado fantasioso, pero me temo que está más cercano a las amenazas reales de lo que podría parecer, y tengo la esperanza de haberlo hecho verosímil.


            En la trama he volcado alguna de mis obsesiones: la imposibilidad de mantener nuestro modelo de civilización y la amenaza, casi inmediata, de un enorme correctivo maltusiano (sobre ello, he publicado dos libros: "La próxima Edad Media” y "Entre el fracaso y la utopía. Los próximos veinte años"), y el estatuto de la ciencia en la sociedad (o, si lo prefieren, la sociología y la ética de la ciencia). 

QUERIDOS LECTORES



Queridos lectores y curiosos:
Un saludo desde la primera página de este cuaderno que espero poder mantener gracias a mi nueva condición de feliz jubilado (valga la redundancia). Lo abro con la idea de opinar sobre todo lo humano; iba a decir que lo divino se lo dejo a otros, pero en realidad es algo demasiado humano para desatenderlo y estoy seguro de que también me dará motivos para más de un comentario.
Además del cajón de sastre de la página principal, he creado varios apartados específicos:
MÁS QUE UNA CRISIS será una tribuna para discutir sobre la imposibilidad de prolongar el actual sistema económico y el entramado de poder que lo sustenta. Me he ocupado de ello en dos libros: "La próxima Edad Media" y "Entre el fracaso y la utopía. Los próximos veinte años". Sigo pensando que la próxima edad media es de verdad una amenaza muy próxima, que apenas queda margen para la corrección, que corremos cada vez más deprisa hacia ella y que los próximos veinte años serán críticos.
La sección CIENCIA refleja otra de mis inquietudes. Me fascina la ciencia: creo que es una de las grandes aventuras de la humanidad y un privilegio poder vivirla de cerca. El conocimiento científico cambia nuestra mirada y, en consecuencia, tiene un gran poder para transformar nuestra actitud ante la vida y nuestras propias vidas. Estaré atento a las noticias, a los eventos y retos científicos que me parezcan especialmente significativos y a los dilemas a los que nos enfrenta, y en torno a ellos tejeré mis reflexiones sobre filosofía, sociología y ética de la ciencia. 
El apartado MIS LIBROS será el escaparate de mis publicaciones. Tengo una deuda conmigo mismo: Hasta ahora, mis libros se han publicado y se han encontrado a la intemperie, sin asistencia, sin que me ocupara de su difusión. Ahora intentaré saldar la deuda. Quiero creer –pero puede ser presunción de padre– que todos ellos tienen interés y mantienen su actualidad.  Mi última obra, "El archivo de Göttingen", ve la luz al mismo tiempo que este blog.
            ¿Por qué El ciempiés Cojo? El título está inspirado en el siguiente diálogo de "El archivo de Göttingen":

“—La cultura es una prótesis. Nos ayuda a caminar por una realidad llena de accidentes y de dimensiones inesperadas que interfieren azarosamente en nuestras vidas. Con ella, las trampas se convierten en oportunidades. Ahora somos ciempiés capaces de  explorar nuevos mundos.
Y yo me adelanto a los escolios:
—¿Pero…?
—¿Que cuál es el problema? Los zapatos chinos —responde enigmáticamente.
—Déjate de acertijos —le contesto, pero él lo explica y no bromea:
—A veces, tal vez con demasiada frecuencia, la cultura también nos limita, cuando está mal orientada. Entonces nos convierte en ciempiés con zapatos chinos, como esas cortesanas imperiales a las que desde niñas les comprimían los pies para que no crecieran, por una absurda moda estética. Y cuantos más pies, más cojos. La vía cultural está repleta de aberraciones. En cada época se consideran normales –y se aceptan sin rechistar– tradiciones, comportamientos y situaciones horribles, y nos escandalizaríamos a poco que fuéramos capaces de sacar la cabeza de la concha y nos viéramos desde fuera, deformados y tullidos  
 Yo asiento, y añado que la doble cara de la cultura deriva de la plasticidad de la naturaleza humana. La cultura es ambigua porque es nuestro primitivo centro de mando biológico el que la activa. Y le señalo un juguete que tengo sobre la mesa, un curioso transformer japonés, un vehículo que se rearticula hasta convertirse en una especie de robot, y dentro, tras una ventana transparente que tiene en el pecho, se aprecia una minúscula figura humana que supuestamente lo maneja; un conductor de maquinaria pesada.
—Es el homúnculo el que lo dirige todo —asevero dramáticamente, señalando al ridículo ser perdido entre los músculos metálicos de la bestia.”

El ciempiés cojo (el ciempiés con zapatos chinos) es una metáfora de las limitaciones con las que los humanos nos movemos en el mundo. La cultura, como la propia naturaleza a la que suplementa, también condiciona nuestra mirada. Sin embargo, el uso del intelecto y sus frutos más refinados (la filosofía y la ciencia) y el propio ejercicio de la razonabilidad –la capacidad de argumentación, de juicio o de discernimiento -Véase S. Toulmin: Regreso a la razón—) nos hacen conscientes de nuestras limitaciones, y nos capacitan para ir superándolas en alguna medida. Creo que con esas armas tenemos la capacidad de evitar errores, de relacionarnos razonablemente bien con el mundo y de labrarnos en él una buena vida. Creo, también, que podemos hacer las cosas bien o mal y que, por tanto, tenemos la responsabilidad e empujar para que las cosas fluyan en la dirección más conveniente. Tal es mi declaración de principios y la plataforma desde la que me dirigiré a mis potenciales lectores.