domingo, 27 de abril de 2014

MESA REDONDA





El próximo miércoles, 30 de abril,como parte de la programación de la feria del libro de Valladolid, participaré en una mesa redonda organizada por la editorial  Libralia con el título "Más allá de la ciencia y de la literatura". Tendrá lugar en el salón de actos del edificio de usos múltiples (Plaza del Milenio), a las 20 horas. Estarán conmigo Miguel Santander, un joven astrofísico que escribe Ciencia Ficción, y José Antonio Otero, presidente del Colegio de Médicos. Hablaremos sobre literatura y ciencia, pero, como dice el título, supongo que iremos más allá, hasta los territorios de la ciencia ficción y la ética de la ciencia. 

EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN


EL ARCHIVO DE GÖTTINGEN
Autor: José David Sacristán de Lama
Libralia, Valladolid, 2014
ISBN: 978 84-16101-14-6
http://libralia.com/store/catalogo/el-archivo-de-gottingen/






Acaba de publicarse "El archivo de Göttingen". Aviso: si os va la intriga  (que aquí se entrelaza con la sociología y la ética de la ciencia), no os lo perdáis. Os llevará al abismo que se abre ante nuestra rutilante civilización, tan aparentemente sólida... y tan frágil. En un mundo poblado por más de 7.000 millones de personas  que no pueden vivir como personas, alguien quiere defender sus  privilegios y saca la conclusión: sobran personas.

Después de varios libros de ensayo, esta es mi primera obra de narrativa, una novela de intriga científico-política. Como parte de mis trabajos de investigación, hace ya bastantes años, puse en marcha un proyecto, Holmes, de estudio de huellas dactilares sobre materiales arqueológicos (creedme: han quedado incontables improntas sobre materiales cerámicos, pero también, de manera excepcional, sobre algunos otros; por ejemplo: en el museo arqueológico de Segovia hay una placa de cinturón de bronce de época visigoda, procedente de una sepultura, en la que, debido a la posición de las manos del difunto sobre el regazo, la pátina que se formó dejó nítidamente visible la huella de un dedo). Sigo creyendo, que era una idea muy prometedora, pero, por razones que no vienen al caso, el proyecto, en el que trabajé con algunos forenses, quedó embarrancado después de publicar algunos artículos preliminares. Aquello me causó una cierta frustración, pero, a partir de entonces, pensé que podía convertir el proyecto malogrado en una buena intriga. Así que abrí un archivo en el que fui metiendo de vez en cuándo algunas notas, como semillas, a la espera de que algún día fecundaran. Aunque no tenía ni idea de lo que podría salir de allí.
            Y esto es lo que ha salido. Tenía que ser necesariamente una novela de intriga y estar ambientada, entre otros escenarios, en un ámbito académico. Luego, surgió la idea de unas sociedades científicas secretas y una conspiración… pero no diré más sobre ello. El argumento, que no desvelaré, se podría juzgar a priori como demasiado fantasioso, pero me temo que está más cercano a las amenazas reales de lo que podría parecer, y tengo la esperanza de haberlo hecho verosímil.


            En la trama he volcado alguna de mis obsesiones: la imposibilidad de mantener nuestro modelo de civilización y la amenaza, casi inmediata, de un enorme correctivo maltusiano (sobre ello, he publicado dos libros: "La próxima Edad Media” y "Entre el fracaso y la utopía. Los próximos veinte años"), y el estatuto de la ciencia en la sociedad (o, si lo prefieren, la sociología y la ética de la ciencia). 

QUERIDOS LECTORES



Queridos lectores y curiosos:
Un saludo desde la primera página de este cuaderno que espero poder mantener gracias a mi nueva condición de feliz jubilado (valga la redundancia). Lo abro con la idea de opinar sobre todo lo humano; iba a decir que lo divino se lo dejo a otros, pero en realidad es algo demasiado humano para desatenderlo y estoy seguro de que también me dará motivos para más de un comentario.
Además del cajón de sastre de la página principal, he creado varios apartados específicos:
MÁS QUE UNA CRISIS será una tribuna para discutir sobre la imposibilidad de prolongar el actual sistema económico y el entramado de poder que lo sustenta. Me he ocupado de ello en dos libros: "La próxima Edad Media" y "Entre el fracaso y la utopía. Los próximos veinte años". Sigo pensando que la próxima edad media es de verdad una amenaza muy próxima, que apenas queda margen para la corrección, que corremos cada vez más deprisa hacia ella y que los próximos veinte años serán críticos.
La sección CIENCIA refleja otra de mis inquietudes. Me fascina la ciencia: creo que es una de las grandes aventuras de la humanidad y un privilegio poder vivirla de cerca. El conocimiento científico cambia nuestra mirada y, en consecuencia, tiene un gran poder para transformar nuestra actitud ante la vida y nuestras propias vidas. Estaré atento a las noticias, a los eventos y retos científicos que me parezcan especialmente significativos y a los dilemas a los que nos enfrenta, y en torno a ellos tejeré mis reflexiones sobre filosofía, sociología y ética de la ciencia. 
El apartado MIS LIBROS será el escaparate de mis publicaciones. Tengo una deuda conmigo mismo: Hasta ahora, mis libros se han publicado y se han encontrado a la intemperie, sin asistencia, sin que me ocupara de su difusión. Ahora intentaré saldar la deuda. Quiero creer –pero puede ser presunción de padre– que todos ellos tienen interés y mantienen su actualidad.  Mi última obra, "El archivo de Göttingen", ve la luz al mismo tiempo que este blog.
            ¿Por qué El ciempiés Cojo? El título está inspirado en el siguiente diálogo de "El archivo de Göttingen":

“—La cultura es una prótesis. Nos ayuda a caminar por una realidad llena de accidentes y de dimensiones inesperadas que interfieren azarosamente en nuestras vidas. Con ella, las trampas se convierten en oportunidades. Ahora somos ciempiés capaces de  explorar nuevos mundos.
Y yo me adelanto a los escolios:
—¿Pero…?
—¿Que cuál es el problema? Los zapatos chinos —responde enigmáticamente.
—Déjate de acertijos —le contesto, pero él lo explica y no bromea:
—A veces, tal vez con demasiada frecuencia, la cultura también nos limita, cuando está mal orientada. Entonces nos convierte en ciempiés con zapatos chinos, como esas cortesanas imperiales a las que desde niñas les comprimían los pies para que no crecieran, por una absurda moda estética. Y cuantos más pies, más cojos. La vía cultural está repleta de aberraciones. En cada época se consideran normales –y se aceptan sin rechistar– tradiciones, comportamientos y situaciones horribles, y nos escandalizaríamos a poco que fuéramos capaces de sacar la cabeza de la concha y nos viéramos desde fuera, deformados y tullidos  
 Yo asiento, y añado que la doble cara de la cultura deriva de la plasticidad de la naturaleza humana. La cultura es ambigua porque es nuestro primitivo centro de mando biológico el que la activa. Y le señalo un juguete que tengo sobre la mesa, un curioso transformer japonés, un vehículo que se rearticula hasta convertirse en una especie de robot, y dentro, tras una ventana transparente que tiene en el pecho, se aprecia una minúscula figura humana que supuestamente lo maneja; un conductor de maquinaria pesada.
—Es el homúnculo el que lo dirige todo —asevero dramáticamente, señalando al ridículo ser perdido entre los músculos metálicos de la bestia.”

El ciempiés cojo (el ciempiés con zapatos chinos) es una metáfora de las limitaciones con las que los humanos nos movemos en el mundo. La cultura, como la propia naturaleza a la que suplementa, también condiciona nuestra mirada. Sin embargo, el uso del intelecto y sus frutos más refinados (la filosofía y la ciencia) y el propio ejercicio de la razonabilidad –la capacidad de argumentación, de juicio o de discernimiento -Véase S. Toulmin: Regreso a la razón—) nos hacen conscientes de nuestras limitaciones, y nos capacitan para ir superándolas en alguna medida. Creo que con esas armas tenemos la capacidad de evitar errores, de relacionarnos razonablemente bien con el mundo y de labrarnos en él una buena vida. Creo, también, que podemos hacer las cosas bien o mal y que, por tanto, tenemos la responsabilidad e empujar para que las cosas fluyan en la dirección más conveniente. Tal es mi declaración de principios y la plataforma desde la que me dirigiré a mis potenciales lectores.